Placer Urbano Music

jueves, 20 de septiembre de 2007

Columna de Opinión: Sexy Dolls, entre píldoras tabúes y sustos fecundados

Cuando sólo tenía unos cinco años, quizás seis, mi vecinita de la casa de al lado, que casualmente se llamaba igual que yo, siempre me invitaba a jugar a su casa durante las largas tardes de verano en vacaciones. Casi siempre nos “manguereábamos” para capear el calor…otras veces jugábamos en nuestros antejardines a hacer pastelitos de barro, y también jugábamos a las muñecas.

Bárbara Karina me llevaba por cinco años, pero esto no era impedimento para que nos lleváramos bien. Ella tenía una colección enorme de barbies y kens, y yo sólo unas tres o cuatro rubias que siempre terminaban con cortes mohicanos y olvidadas por algún rincón del patio. Una vez, en su pieza, cerró la puerta con llave y me dijo susurrando “mira, te voy a mostrar algo”. Se encaramó en su cama y puso a una de las esculturales muñecas oxigenadas (en mi época no existía gran diversidad racial en las barbies) en pelotas, de espalda y con las piernas hacia arriba, haciendo una “L”. Luego tomó a un Ken, también en cueros, y lo puso en la misma posición frente a la Barbie: cachete con cachete. La miré extrañada, y antes que yo dijera cualquier cosa me miró a los ojos y reveló lo que yo quizás aún no quería averiguar.

-Esto es hacer el amor – dijo mirándome a los ojos.

-¿Y cómo sabes? – le pregunté algo avergonzada.

-Porque he visto cómo lo hace mi papá con mi madrastra por la noches.


Nunca me cuestioné lo incómodo que resultaba estar en esa posición tan ridícula durante un buen rato. Cuando crecí, y comencé a entender un poco más acerca de la sexualidad caí en consciencia de que mi amiga no había tenido clases de educación sexual por esos tiempos.

La cosa es que tengo que agradecerle algo a mi vecina. No sólo despertó mi curiosidad sexual prematuramente, sino que me abrió las puertas de la desinhibición ante tales temas, por lo que llegué a perder la virginidad a los 16.

No fue lo que yo esperaba, no fue el príncipe azul ni el hombre para toda mi vida, quizás con esfuerzo me acordaría de su nombre. Pero bueno, pasó y no acumulé ningún trauma, salvo el trauma momentáneo de estar posiblemente fecundada. Pasó un mes y no había rastros del molesto dolor mensual. Estuve treinta días sin ser yo, callada, deprimida, angustiada…en pocas palabras prefería estar muerta que estar embarazada.

Era imposible visualizarme cursando tercero medio con una guata enorme ¡Una guagua y sin padre más encima! No me podía estar pasando eso. Qué iba a ser de mi futuro…a la universidad: las pelotas. De tanta desesperación hasta quise matarme, me paseaba en la micros buscando edificios para ver si podía saltar de ellos y acabar con el calvario – una estupidez de teenager, obvio, pero no puedo negar que lo pensé- . No me concentraba en las clases, tenía una depresión tremenda, incluso llegué a hacer una manda. Iba todos los jueves después de clases a una iglesia a pedir que por favor no me tocara a mí.

Un día, en plena clase de Filosofía, sentí algo extraño en mi entrepierna, pero no me quise emocionar mucho porque ya había experimentado esa impresión, había corrido al baño, había bajado mis calzones y aún seguían malditamente blancos y limpios. Tuve la suerte de que esta vez no fue así, y por fin vi una mancha de sangre oscura. Que día más feliz, recuerdo que junto con mi flujo llegó la primera lluvia de abril, justo el primer día de ese mes.

Lo sé, yo tenía toda la culpa. Fue un impulso hormonal incontrolable del fin de semana antes de entrar al colegio, pero lo hice. Tuve suerte, mucha, pero resulta que existen muchas adolescentes, hoy, que no corren con mi mismo sino. Y la pesadilla no se les acaba ni aunque el cielo se caiga a pedazos de tanto llover.

Es por esto que no logro entender cómo los políticos se llenan la boca hablando de que el Gobierno actúa mal al dejar que las jóvenes mayores de 14 años - y las no tan jóvenes- puedan acceder de manera gratuita a la pastilla del día después – menos conocida como levonorgestrel, una hormona sintética que evita embarazos no deseados -.

Simplemente se trata de un anticonceptivo de emergencia que nos da la oportunidad de optar por la maternidad o esperar el momento indicado, cuando nuestro criterio, cuerpo y mente estén preparados para hacernos cargo de una vida, la cual requiere de cuidados especiales, dedicación extrema, educación, salud, alimento, afecto, y quizás una familia bien constituida… si es que se tiene suerte.

Se trata de una medida de sanidad, de tolerancia, del dejar en manos de los civiles (civilizados) la opción de decidir qué hacer con su propio cuerpo. Si la Iglesia reclama de temas valóricos, pues bien, dejen que el buen católico se apegue fervientemente a los dogmas de la institución y no consuma la famosa pastillita, pero dejen en paz a la minoría no católica, ellos también tienen voz.

Y usted señor alcalde, no piense en su realidad social, amplíe su horizonte al pueblo, y por sólo una vez vea que la gente no sale de la pobreza porque siguen naciendo hijos no deseados que no pueden ser solventados por el presupuesto familiar. Hijos que pasarán hambre, no tendrán oportunidades, y luego se convertirán en los delincuentes que son para poder subsistir en un mundo en que los señores políticos moldean a su pinta.

Está comprobado que la pildorita no es abortiva, sólo suprime o posterga la ovulación, no atenta contra la vida, entonces, para qué tanto drama. Además, esta hormona se vende hace más de 30 años en Chile, pero claro sólo para los que pueden pagar por ella. ¿Qué pasa con el resto?

Ah, el tema es, según los alcaldes, que las niñitas de 14 no tienen criterio formado para poder decidir por sí mismas, pero claro, para meter a un jovencito a la cárcel es edad suficiente para poder ser juzgado. Pongámonos de acuerdo por favor, y seamos consecuentes.

Si habláramos de sexo con menos tapujos y tabúes de seguro no existirían tantos embarazos no deseados, tampoco tantos abortos provocados. Es cosa de educación y libertad. Cada uno es dueño de su cuerpo, y es lo que no quieren entender.

Si en mi época de colegio hubiese existido esta solución no hubiese dudado en partir al consultorio corriendo…soy humana, cometí errores, y probablemente me tropiece con algunos más el resto de mi vida. Quien no haya cometido ninguno, que lance la primera piedra.


Por Kiu.

martes, 11 de septiembre de 2007

Nuevas Vírgenes: Tomando Helado de Lujuria

Esta es la historia de una adolescente del llamado barrio alto, con las características de cualquier niña con apellido alemán, rubia, alta, tez blanca y ojos azules, una típica pelolais. Su narración circula entre las tinieblas, porque lo que aquí vamos a contar, es casi un archivo secreto del sector oriente de la urbe. Hablamos de aquellas jóvenes que han practicado sexo oral, pero no han sido penetradas…ellas son…las nuevas vírgenes.


La Alemana es estudiante de un colegio católico de Las Condes, tiene buenas calificaciones, el año pasado fue elegida reina, cursa tercer año medio con 17 años, y entre sus compañeros es la más popular. Ha comenzado a descubrir el mundo de la sexualidad, pero de un modo muy peculiar….


Se sienta en la banca de una capilla que está al aire libre, tiene una virgen que dicen que una vez lloró sangre. Se cruza de piernas, se corre el pelo hace una lado, y se pone las manos sobre sus rodillas. Ella asegura ser muy católica, que Dios es lo único preciado y verdadero que tienen los seres humanos en estos tiempos, y que por eso se debe respetar todo lo que dice la Biblia, “porque es sagrada y es ley”.

¿Qué es para ti el sexo?

Una forma de liberar las necesidades corporales.

¿Eres virgen?

Absolutamente, y eso lo mantendré hasta el día de mi matrimonio. Mi esposo es quien debe recibir ese regalo divino, y nadie más.

Pero, si dices que el sexo es una forma de liberar las necesidades corporales, ¿Por qué sigues siendo virgen?

Es que yo sí tengo sexo, pero me mantengo virgen.

Pero ¿Cómo?, eso es medio raro…

No, porque lo que yo tengo es sexo oral, lo practico y me lo practican, pero nunca he sido penetrada, por lo tanto mantengo mi virginidad hasta el matrimonio.

¿Cuándo fue la primera vez que tuviste sexo, con quién, y por qué con él?

Mmmm…fue el año pasado en la fiesta de una compañera.

Con mis amigas del cole, todas somos vírgenes, pero practicamos sexo oral, nos masturbamos y esas cosas. Antes no lo hacíamos, nosotras tenemos claro nuestro futuro, y el riesgo de embarazo en verdad nos preocupa. Entonces decidimos tener sexo, pero sin penetración, podemos puntearnos sin pantalones, previniendo nuestro miedo, son como las pastillas para nosotras.

Bueno, la cosa es que un día estaba en el cumpleaños de una compañera de curso, y estaba el Francisco, es un mino rico, pero en verdad no me gusta mucho. Pero yo quería experimentar, saber que se sentía tocarlo, y eso. Y me gustó, así que de ahí que he experimentado sexo oral y esas cosas ¿cachai?

No sé, para mi las minas que dicen que son vírgenes y no tienen sexo, son unas pavas porque se están perdiendo un placer bacán, y las que tienen sexo son unas tontas porque pueden quedar embarazadas, de hecho yo conozco a hartas minas del colegio que les ha pasado y yo no estoy ni ahí con que me pase eso. Además, nosotras somos católicas, y como dice la Biblia: “hay que mantenerse virgen hasta el matrimonio”.



Camila Arriaga es otra estudiante de ese mismo colegio, es alta, tiene el cabello castaño claro, y denota gran carácter, dice odiar a “La Alemana” y su grupo, “todo el mundo las llama putas, imagínate que al carrete que van, le hacen el “helado” a los huevones. Y de repente ni siquiera los conocen. Es que no podí ser tan perra y andar por el mundo chupándosela a todos, y más encima tener el descaro de decir que erí virgen…hay que ser muy patuda

Camila, respira hondo y sigue contando pasajes de la vida de “La Alemana”. “Una vez fuimos a un carrete en el Cajón del Maipo, éramos como 25 personas, había gente de cuarto medio, y amigos de ellos, por eso podíamos ir en auto, porque ellos tenían permiso para manejar. La cosa es que nos pusimos a tomar, había ron, pisco, vino, de todo tipo de copete, vo` cachai po`…nos pusimos a bailar reggaeton, algunas minas son más escandalosas y bailan arriba de los autos, pero eso da lo mismo, igual es divertido. Como en todo carrete, todos estaban curados, unos no se podían parar, otros vomitaban, otros dormían, pero ¿sabí lo que estaba haciendo “La Alemana”?, le estaba haciendo sexo oral al “Coyote”, un huevón de cuarto. Cacha que después de que bajaron del cerro el loco decía: “esta maraca hace unos mamones maravillosos”.Es que nadie se puede denigrar tanto, menos para que te traten así, nadie te respeta. Creo que es patético”.

Una amiga de “La Alemana”, “Carita de huevo”,es de mediana estatura, pelo rubio, y que tiene la carita redonda como un huevito asegura proceder con las mismas prácticas de su amiga, sin ningún tapujo.

“Me gusta porque son experiencias nuevas, aunque son pocas las veces en que quedo feliz por lo que hice, porque generalmente cuando lo hago estoy ebria, con el copete me desinhibo, se asoma ese lado de mí que jamás sacaría a luz si no fuera por el copete. Hay veces en que me he acostado muerta de curá, abro los ojos, miro mi pieza, toda celeste, ultra infantil, y pienso en lo que hice. Me agarro la cara, me empiezo a pegar por la estupidez que cometí….pienso en que el tipito ni siquiera me gustaba, con suerte me acuerdo de su cara, menos me voy a acordar de su nombre, y esa sensación es terrible. Pero igual me gusta vivir esa adrenalina, me gusta el tener cierto nivel de responsabilidad porque disfruto del sexo, pero nunca voy a quedar embarazada.

Por la noche del viernes, conocimos en un carrete al famoso “Coyote”, es bajo, mide un poco más de 1.60, tiene pelo castaño, su nariz respingada y sus pecas le dan cierta picardía a su rostro. Llega con un caminar bastante seguro, masticando chicle, con el pelo desordenado y zapatillas. Se sienta frente a mí, lo invito una bebida y comenzamos la conversación.

¿Conoces a las nuevas vírgenes? ¿Sabes qué significa eso?

Si po`, son las minas que te la chupan, y las podí tocar por donde quieras, pero no las penetras, jajaja (rié entredientes).

¿Y a ti qué te parece?

O sea para nosotros los hombres es bacán, porque no hay nada mejor que una mina te haga “el helado”, igual uno quiere puro penetrar, entonces si siempre es lo mismo se vuelve fome, pero para pasar el rato, para que te lo hagan en un carrete o algo así, está muy bien. Yo jamás me negaré siempre estaré dispuesto para todas las minas, jajaja.

¿Qué piensas de que se hagan llamar vírgenes?, ¿Las consideras vírgenes?

Nadaaaaaa….ese es un nombre que se pusieron para no ser llamadas perras, porque eso es lo que son, ninguna mina decente te va a andar chupando si ni te conoce, y más encima dársela de santa. Ese cuento no me lo compro, podrán no ser penetradas, pero una virgen es pura, y estas minas lo que menos tienen es ser puras.

¿Cómo fue la historia que viviste con “La Alemana”?

¡Ufffff! increíble, estábamos bailando reggaeton, tu cachai que ese baile es ultra sexual, nos empezamos a rozar…cada vez nos acercábamos más a un cerro que había….ella me empezó a tocar por encima de mi pantalón… luego por debajo….yo puse mi chaqueta en el suelo….le desabotoné los pantalones…bueno y ahí le hice sexo oral….después ella me lo hizo a mí…. los dos nos fuimos….y yo salí victorioso (ríe).

Antes de despedirnos, “El Coyote” con algo de inseguridad me pregunta por décima vez si su nombre no será revelado en lo que escribiría más tarde para la revista… con mirada casi condescendiente le afirmé con la cabeza, para que se quedara tranquilo, para que supiera que su historia de “machote” quedaría camuflada en su sobrenombre, aunque en lo que no pensó, es que “La Alemana” siempre sabrá quién reveló su más candente y osado secreto de manera grotesca.

No todas las nuevas vírgenes practican su sexualidad como “La Alemana” y “Carita de huevo”, también hay jovencitas que experimentan con el sexo anal para no romper su himen, y pasar por vírgenes al momento de su luna de miel. Hay otras que han llegado corriendo al gastroenterólogo por algún malestar en la garganta, no se sabe quién se llevó la mayor sorpresa: el paciente o el doctor, quien se topó con una enfermedad venérea en un cavidad mucosa fuera de contexto.

Por Alma

lunes, 10 de septiembre de 2007

¡ Bienvenidos !

Placer Urbano Magazine ha sido creada pensando en las fantasías, juegos y memorias de los amantes que habitan la selva de cemento. Historias que se ha guardado por mucho tiempo, para ser reveladas a los más apasionados lectores que disfrutan su sensualidad y sexualidad sin prejuicios.

A pesar de que la revista en un momento estuvo ideada para las féminas citadinas, jamás ha cerrado sus puertas a los lectores machos, quienes tendrán la oportunidad de conocer más acerca del mundo de las ninfas y sus “love affairs”. Desde jóvenes experimentadoras hasta abuelas ganosas; desde inocentes caricias hasta los más osados juegos; y desde consejos hasta la resolución de las más típicas dudas.

El staff de Placer Urbano se complace en recibirlos como lectores asiduos desde este primer día de inicio en la web, y se compromete a crear lazos con ustedes, ya sea ayudándolos a resolver dudas, cubriendo sus historias, fotocopiando el pulso sensual de la ciudad, la cual no tendría vida si no existieran las sabrosas y candentes historias de cada uno de sus elementos: los amantes.

Para contactarte con nosostros puedes escribirnos a placerurbano@gmail.com , o bien, dejar tus comentarios en nuestro blog. Si quieres contarnos alguna historia, también estamos a tu disposición, y si no quieres revelar tu identidad se la protegerá con algún seudónimo acordado previo a cualquier entrevista.

No nos queda más que decirte que te relajes, respires profundo y que comience la función…si quieres, apaga la luz.